Novilunio de Capricornio 2024
Formación en Meditación Creativa
Intentando Reconocer al Yo Superior
Al terminar este ciclo anual con el Principio de la Divinidad Esencial, e inspirado por la enseñanza transmitida en los cursos de meditación, aprendemos a considerar que el Yo Superior, siendo como una copa, es el receptor de la influencia de la Divinidad Esencial. Podemos llamarlo Yo Superior que es el Alma, el Cristo oculto en todos nosotros, por lo tanto mediador entre la Divinidad y el Yo inferior, al que proporcionará luz. La conexión entre ambos es la meta.
Para ello se precisará de la sintonización entre el Yo Superior y el Yo inferior, que puede resultar más complicado de lo que parecería, pues para ser auténtica tiene que dirigirse desde la Divinidad hacia la personalidad. De arriba abajo. Este contacto subjetivo se nos dice que se podrá realizar mediante un progresivo desarrollo en nosotros mismos, lo que significa obtener el control que ejercen sobre nosotros el maya, la ilusión de los sentidos, el materialismo y lo transitorio.
Cuando empezamos a dejar de ser gobernados por estas influencias, es cuando podemos empezar a escuchar una voz en nuestro interior; la podríamos llamar la voz de la conciencia o la voz del Alma – con mayúsculas -. Es la voz que está en conexión con la Divinidad Esencial y que nos conduce a una calma interna y a tener confianza en nosotros mismos, como resultado de la presencia del Dios interno, y que nos confirma que el Yo Superior existe y es quien tiene que lograr la victoria sobre el yo inferior, sobre el cual predomina.
Este Yo Superior, la misma conciencia Crística, con su Energía es quien nos impulsa a proseguir el viaje subiendo un peldaño más, y poder alcanzar algo genuino y que intuimos, es mayor que nosotros mismos. Pero lograrlo, no parece fácil.
Recordando el Bhagavad Gita, es Arjuna quien representa el yo inferior personal que empieza a tener conciencia del Yo Superior -Krishna-, y que a pesar de sentirse conmovido y enardecido por la luz espiritual del mismo, sin embargo se desalienta y aterroriza cuando comprende lo que debe significar la obediencia al Yo Superior, pues eso lleva consigo librar una guerra dentro de uno mismo, una guerra larga y penosa por la vida de la propia Alma para conectar con el Yo Superior a través del control sobre nuestra personalidad; sobre el propio cuerpo en el plano físico, del que habrá que sustraerse en lo posible, así como lograr alcanzar un estado emocional estable. Un estado mental de equilibrio y paz, que una vez logrado, mantiene esa actitud receptiva de la Luz en nuestra conciencia. Bien se comprende el desaliento de Arjuna cuando vemos que el propósito lleva consigo una disciplina de vida.
Más aceptando esto, estaremos facilitando tanto sea a nivel individual, que nuestro yo inferior pueda ser conquistado amistosamente por el Yo Superior, como sea a nivel global al reconocer que la Divinidad Esencial puede estar actuando igualmente a través del Yo Superior de todos los seres. Y siendo así, podemos llegar a imaginar que se producirá un hito en la historia de una Humanidad con Buena Voluntad, como sería el lograr establecer definitivamente unas Correctas Relaciones Humanas, actitud con la que se contribuiría a despejar el Camino de Aquel que tiene que venir, tal como anunciamos en el mantra de la Gran Invocación.
Qué mejor servicio y tributo puede rendir la participación de nuestro Yo Superior.
Francisco V. Schiller. Diciembre 2024