Plenilunio de Virgo
Alicia Garcia
De entre todas las características de Virgo, podríamos citar su capacidad de servir.
Pero ¿qué queremos decir cuando hablamos de “servir”?
Si miramos el diccionario de la Real Academia Española, veremos unos veinte significados. Demasiados para aclarar nuestro concepto. Desde el punto de vista interno, servir es amar. Es ayudar a otro cuando lo necesita; es curar al que está enfermo; es enseñar a quien no sabe; es meditar por la humanidad … todo lo que hacemos por los demás, es servicio.
El Maestro Morya nos habla de que el Servicio es una Manera de Vivir¹ , y nos dice:
“No determines el servicio. No determines los lugares para el servicio. Tampoco determines el momento del servicio. Que todo acto tuyo sea servicio. Que el servicio se haga en cualquier lugar en que estés. Que el servicio sea una actitud, incluso en los actos más simples que realizas. Que toda la vida sea servicio. Cuando comes, hay servicio en ello. Estás alimentando a los devas del cuerpo. Cuando te bañas, hay servicio; cuando trabajas en la sociedad, hay servicio. En todos los actos hay algo pensado para los demás. Oriéntate a ello y actúa. Esto es lo que llamamos servicio como forma de vida.”
En Psicología Astrológica se nos dice que “la Tierra siente”.
Pero este “sentir” no es una cuestión emocional, sino una elevada capacidad de percepción, y Virgo, como signo de Tierra, percibe enseguida la necesidad de los demás.
Ésta es una virtud o una capacidad de Virgo, pero como todo en la vida, tiene que estar en equilibrio.
La tendencia de Virgo a servir y el anhelo de ayudar, puede llevarlo a servir a quien no lo necesita o a quien no se lo pide. Y esto es una pérdida de energía para Virgo y quizá un obstáculo para la evolución de la persona a quien sirve. Hay que estar atento a “satisfacer la necesidad”, como se nos dice, pero siempre de una forma útil y práctica, intentando ver siempre la motivación que impulsa a ayudar. Una motivación común es la sensación de incomodidad o de culpa que puede sentir Virgo al ver la necesidad de otro. En este caso, si satisface esa necesidad, quizá lo esté haciendo para sentirse mejor, para quitarse “la culpa” o incluso para sentirse generoso y amable, y no tanto pensando en el bienestar del otro. Servir es algo impersonal y altruista. Y en este sentido, el Maestro Tibetano nos hace esta reflexión ²:
“Ante todo debe ser bien reconocida la meta inmediata si se quieren evitar esfuerzos inútiles y alcanzar verdadero progreso. Muchos aspirantes bien intencionados son propensos a dedicar demasiado tiempo a sus aspiraciones y a formular sus planes para el servicio…… en todas partes las personas sensibles son arrastradas hacia ese vórtice de deseo espiritual, y anhelan ardientemente alcanzar en la vida la liberación y emprender empresas espirituales y registrar la conciencia del alma. El reconocimiento de sus propias posibilidades latentes es hoy tan fuerte que se sobrestiman a sí mismos; dedican todo su tiempo en imaginarse que son místicos ideales, o en deplorar su falta de realización espiritual o fracaso si no obtienen una esfera de servicio….… No comprenden que el impulso motivador reside principalmente en lo que los instructores hindúes llaman «el sentido del yoismo», y su trabajo se funda en un egoísmo subjetivo que debe ser eliminado, y lo será, antes de prestar el verdadero servicio.”
Por tanto, dejemos atrás nuestro pequeño yo y busquemos la necesidad ya sea física, emocional, mental o espiritual de nuestros semejantes, y sirvamos como acto de amor en cualquier plano. Hagamos del servicio, como nos dicen los Maestros, una forma de vida. Me gustaría compartir este fragmento de libro “Hércules, el símbolo y el hombre”³ :
“… Su trabajo es un trabajo por el bienestar de los demás, sin motivo. Si le preguntamos: ‘¿Por qué sirves?’ – no tiene respuesta. Del mismo modo, si le preguntamos a un niño por qué juega, el niño no tendrá respuesta. Es tan natural para el niño jugar y es tan natural para el Iniciado servir, que no hay motivo alguno en su acción … servir está en su naturaleza”.
¹Enseñanzas del Maestro Morya. Volumen I, pág. 58
²Tratado sobre Magia Blanca. A.A. Bailey, Pág. 256
³Hércules, el hombre y el símbolo – K.P.K. – Ed. Dhanishtha
