El Sacrificio

La crisis ecológica mundial en la que nos coloca el calentamiento del planeta, impone a la humanidad reflexionar sobre su destino colectivo. Nuestro modelo de desarrollo muy materialista está en juicio. Los hombres se preguntan: ¿Existe todavía un futuro para la humanidad en un planeta devastado? El agotamiento de los recursos ¿no conduce automáticamente a un enfrentamiento generalizado? ¿A qué debemos renunciar para salvar el planeta? El sacrificio está en el horizonte de todos.

Probablemente es la primera vez en la historia de la humanidad, en que una problemática ocupa la mente de hombres y mujeres de manera universal. El pánico ecológico no es la única causa de inquietud; también está la desestabilización de los marcos de referencia que, hasta ahora, han dado sentido a la historia de todos.

Nuestras sociedades globalizadas, urbanas y entrelazadas por vínculos económicos, técnicos, culturales y migratorios, están bajo presión. Esta vez, las tensiones a considerar son internas. «Vivir juntos» ya no es tan evidente. De hecho, tanto las sociedades tradicionales como las más avanzadas, experimentan una «modernización» que erosiona los valores, las normas y las costumbres establecidas: la cuestión de género, los derechos de las mujeres, el descrédito de las autoridades tradicionales, las convulsiones religiosas, la amenaza de la inteligencia artificial que priva al hombre de su autoridad, el miedo a ver desmoronarse la barrera entre lo virtual y lo real, entre la verdad y las fake news, la cantidad de violencia a la que están expuestos los niños, etc…. La lista podría ser larga…

«Todo cambia demasiado deprisa», se quejan nuestros contemporáneos convertidos en nostálgicos de un pasado fantaseado. Basta con observar el tono general de las producciones mediáticas o cinematográficas internacionales para darse cuenta de que la angustia acecha en lo más profundo de los corazones, a pesar de los analgésicos administrados por el «entretenimiento». No es de extrañar que los consultorios de psicólogos y terapeutas tengan una gran demanda.

¿Qué lectura hacemos de todo ello?.

Detrás del ruido ensordecedor del campo mundial y de las pesadillas de la humanidad, ¿existen fuerzas de renovación que muestran la acción clandestina del Propósito e imponen la Voluntad Divina? ¿Qué dinámica actúa en el sentido de la evolución deseada para imponer «la Voluntad de Aquel que es el más grande» según la esclarecedora frase del Tibetano?

La Experiencia de la Humanidad Una

A pesar del separatismo y del pesimismo triunfantes que se manifiestan, un hecho esencial estructura nuestro futuro: la conciencia de ser Una humanidad se impone cada día más. Es la nota de fondo que trasciende el ruido ambiente y ello debe darnos confianza. La juventud la oye claramente y su corazón late a su ritmo. Una Greta Thunberg es un buen símbolo de ello.

Los medios tecnológicos nos muestran el espectáculo planetario a tiempo real. Todo el mundo observa a todo el mundo. Percibimos como nunca hasta qué punto los asuntos de unos se convierten muy rápidamente en los asuntos de otros: la circulación de virus, datos, dinero, personas, bienes, ideas, de la música misma, integra el planeta. La humanidad vive cada día la experiencia de que es en realidad.

Una Comunidad en su funcionamiento técnico, si es que aún no lo es en su corazón. El multilateralismo avanza, aunque de momento sea en nombre de intereses políticos, ideológicos o económicos regionales. Entendemos cada vez mejor que solo saldremos de esto con más consenso, cooperación, y desarmando los egoísmos de todo tipo.

El sentimiento de responsabilidad y de solidaridad está creciendo a gran escala. En ninguna época de la historia de la humanidad, ha habido tantas obras humanitarias y filantrópicas. La economía solidaria crece cada año, la juventud se implica cada vez más en temas humanitarios. El deseo de una mayor coherencia en los asuntos mundiales está muy presente en el corazón de las conciencias. La personalidad de la humanidad se encuentra en 14 vías de integración. Y esta evolución trae consigo la apertura a lo espiritual. El sentido de la SÍNTESIS está trabajando bajo tierra a pesar de los delirios egoístas que dominan.

La Revolunción Mental

Es interesante observar hasta qué punto este deseo «de un juego más colectivo» está en línea con una revolución mental en el campo ordenado de la ciencia. La ciencia de las redes al mezclarse con las ciencias de la vida, ha provocado la aparición de un nuevo paradigma en el pensamiento contemporáneo: el enfoque holístico.

Por doquier se descubren sistemas en los que se mueven elementos interrelacionados que actúan inteligentemente, teniendo en cuenta, no solo a ellos mismos, sino también al conjunto: un átomo, una célula, un animal, una empresa, un estado, siempre son objetos complejos que no tienen fronteras claras. Cada uno sólo es distinto y autónomo de manera relativa. Su “círculo infranqueable” solo es una membrana porosa que deja transpirar la energía y la información para mantener la estructura y trabajar al servicio de un conjunto mayor. Lo elemental parece existir en función de lo complejo. La naturaleza funciona como una super-inteligencia altamente sofisticada, que se convierte en un modelo inspirador para la ingeniería humana y no sólo para artistas y poetas.

Darwin ha envejecido de repente ante la nueva evidencia: no todo es competición en la naturaleza. Lo que llamamos evolución se basa en simbiosis, colaboraciones, coevoluciones en beneficio recíproco: la más pequeña hierba trabaja con su cortejo de champiñones; los intercambios se hacen en los dos sentidos. ¡Se observan incluso colaboraciones entre especies! Los «reinos subhumanos» se han convertido, de repente, en mucho más cercanos. La conciencia de ser co-residentes de la Tierra se ha concretado en un «Derecho de la naturaleza» que se expande año tras año. Los bosques, los ríos, las montañas se han constituido como sujetos de derecho. Lo sagrado de la vida está ganando terreno en las consciencias.

Algunos científicos susurran que existen demasiadas correlaciones destacadas en el universo para que sea producto del azar. Los más atrevidos se preguntan ¿No sería el universo una vasta conciencia que lo ve todo instantáneamente? Se acerca el momento en que el descubrimiento por parte de la ciencia del campo etérico proporcione una pista fecunda a los buscadores de unidad e inteligencia global. Algún día tendrán que hacer la hipótesis del «Alma del Mundo», bajo este término o bajo otro…

Lo que parece altamente significativo es la convergencia entre el pensamiento científico, que descubre cada vez más la riqueza de los entrelazamientos naturales, el pensamiento técnico, siempre en busca de lo que puede aumentar la eficiencia de sus sistemas, y la experiencia de la humanidad de su unidad con la biosfera.

Aún hay más: la conectividad general ha reconfigurado enormemente nuestra percepción del tiempo y del espacio. El «aquí y ahora» de los maestros de meditación, ¡lo hace Internet permanentemente! ¿No hay quizás algo iniciático en la nueva percepción del mundo desde la web: instantaneidad de las conexiones, anulación relativa del espacio y el tiempo, desrealización de las formas (Meta) en favor de lo virtual, adopción de referencias comunes, lenguajes comunes, medios de expresión al alcance de todos? La noción de la realidad ha cambiado en el sentido de una desmaterialización. ¿Nos dirigimos hacia más espejismo e ilusión, o hacia el descubrimiento del poder del pensamiento creativo y, más tarde, de los mundos sutiles? Aquí hay tanto riesgos como oportunidades.

Hacia la WIKI-Civilización

Las interacciones globalizadas son la matriz de una nueva conciencia mundial. En ella reside una utopía joven y dinámica: todos podemos avanzar juntos hacia una mayor inteligencia colectiva porque es una ley de la naturaleza. Este trabajo de sintonización implica sacrificios elegidos: la evolución abandona por el camino lo que ha sido utilizado y debe ser desechado. Los códigos sociales obsoletos (mutilación genital, machismo, acoso sexual, esclavitud, castas, racismo, etc…) están en el punto de mira.

Una civilización WIKI es posible. Se basa en la superación de lo que ha teñido la cultura humana hasta ahora: el conflicto de apropiación, el egotismo impenitente.

Wikipedia y el mundo del software de código abierto son el ejemplo perfecto de este tipo de iniciativa compartida al servicio del bien colectivo.

El futuro – otra palabra para la VOLUNTAD AL BIEN – ya orienta clandestinamente la actualidad de nuestras elecciones: es el que consiente en SACRIFICAR el viejo «yo primero» y hace triunfar las convergencias que necesitamos para asegurar nuestra propia sostenibilidad. El sentido de SINTESIS guía el trabajo.

A través de todo este aprendizaje concreto o teórico, la redención de la humanidad se abre camino porque la VOLUNTAD AL BIEN – tal como la comprende la humanidad adolescente – se ha hecho universal: ya no se trata solamente de favorecerse a uno mismo, a su familia, su nación, su religión, su raza… sino de pensar y actuar para la especie humana. Éste es el punto de fusión de los ideales. Los hechos más paradójicos con los que nos bombardean los medios de comunicación pueden desconcertarnos y hacer sombrío el mundo, pero la discreta flauta divina hace sonar su melodía detrás del caos aparente de los hechos.

Se realizan alineamientos. La Vida Una se sirve de todo para impulsar el proyecto humano hacia adelante y su estímulo a veces es doloroso. Somos sus servidores