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Equilibrio y el Principio de Buena Voluntad

Los principios son un potencial mental de pensamientos y conocimientos.

El equilibrio de la personalidad es preámbulo para el crecimiento de la Buena Voluntad.

Así la personalidad se convierte en el reflejo del Alma.

Cuenta una antigua leyenda Cherokee que un anciano le contaba a su nieto una lección de sabiduría. Este hombre le explicaba que, en el fondo de él, y de todos los hombres, una terrible batalla tiene lugar todos los días entre dos lobos. Un lobo blanco y un lobo negro. Estos dos animales simbolizan dos fuerzas opuestas. Uno es  el malo, dice el anciano a su nieto. Se trata de la ira, la envidia, la codicia, la arrogancia e incluso la tristeza, los sentimientos de inferioridad y ego. La otra fortaleza es la bondad, la alegría, el amor, la esperanza, la serenidad, la humildad, la compasión y, por supuesto, la paz.

Cuando el joven Cherokee le pregunta quién ganará la batalla, el anciano responde:

  • Ganará el Lobo que decidas alimentar más. Sin embargo, piensa que se trataría de alimentar inteligentemente a los dos y no dejar morir a ninguno de los dos, de mantener un equilibrio inteligente, en el cual sepamos equilibrar esa dualidad. Y que, en lugar de descartar una parte, deberás tenerla en cuenta, presentarte y controlarla para que se viva en equilibrio. Si no, el lobo moribundo siempre estará al acecho y a la mínima nos devorará -.

Los dos lobos nos presentan la imagen arquetípica de nuestra personalidad. Porque ya sea que lo creamos o no, el lobo negro también tiene muchas cualidades: determinación, tenacidad, coraje, pensamientos estratégicos. Encontramos en él virtudes que el lobo blanco no posee. Por lo tanto, no permitas que tus miedos mueran de hambre, siempre será mejor reconocerlos, comprenderlos y transformarlos, acércate desde la luz, el amor y la energía y examínalas para saber que nos quieren decir. Nos ofrecen valiosas lecciones para ser mejores y mejorar nuestro entorno todos los días.

La Buena Voluntad se ocupa de mantener actitudes correctas; pero es mucho más que una actitud de equilibrio -del lobo blanco y el lobo negro-. Es una energía positiva y dinámica que nace de esta actitud dinámica de equilibrio. De hecho, es «la voluntad de hacer aquello que es bueno»: es una energía útil, plena de propósito y que aquellos que trabajan para el progreso humano pueden utilizar eficazmente para trascender y avanzar hacia una nueva Era.

Cuando la acción esta cargada de conocimiento y voluntad al bien, esta produce muchos buenos frutos para el entorno.

Sabemos cuán urgente es construir una organización entre hombres y mujeres, para sostener la unidad esencial, no sólo en un sentido político, sino también en un sentido global, en salvaguardar los recursos que nos nutren y sostienen de nuestro planeta Tierra.

¿Qué podemos hacer para promover y establecer unas actitudes correctas?.

  • Reconocer que el miedo y la competitividad nos separara y que la disposición a confiar y colaborar con el otro es el primer paso consciente hacia la Buena Voluntad.

  • Aceptar que cuando estamos disfrutando, estamos entristecidos, nos sentimos inspirados… todo ello pertenecen al momento, no es algo solo nuestro.

  • Aprender que nuestras situaciones son flujos dinámicos, aceptando que los cambios son una constante en los ritmos o ciclos del flujo energético en el devenir de la Vida Una.

Del mismo modo que cuando vemos en el cielo el paso de una estrella fugaz, así captamos ese momento de luz y trascendencia, con la absoluta confianza de que estamos protegidos y seguros por el amor del universo.

Como es arriba es abajo.

Entre el cielo y la tierra hay un corazón y ese corazón somos nosotros. La inmensidad del cielo nos protege y nos envía luz, amor y voluntad.

La vida es un acto de creación consciente, la más hermosa y excelsa manifestación de expresión amorosa de oden.

La luz de las estrellas desciende para convertirse en flores.

En nuestros huertos y jardines, ayudamos a las plantas a crecer aportandoles tierra, agua, palabras, música..…  Colaboramos con ellas, eliminando lo que les impide crecer con salud. Por un acto de amor, con un ritmo propio, ellas se van desplegando, embelleciendo el lugar, armonizando y atrayendo Alegría. Nos ofrecen la suavidad, la delicadeza, la belleza que hay en todo este proceso.

La Buena Voluntad es un inmenso campo de energia -conciencia- que genera un aura magnética sobre el cual pueden actuar las impresiones más elevadas.

Somos flores creciendo y floreciendo por medio de la luz, sin expectativas o espera de recibir algo cambio. Este es nuestro servicio.

Somos flores que estamos creciendo en la Tierra para convertirnos en las estrellas que iluminaran el camino hacia la Nueva Era.

 

Estudiantes  de Meditació Creativa

 

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