La Ciencia de la Meditación
Torkom Saraydarian
La Meditación de la Nueva Era es una flecha que vuela hacia el Cosmos. En el pasado, la meditación era adoración, deseo, aspiración y devoción. En la Nueva Era, será pensamiento, síntesis, alegría, bienaventuranza, trabajo y sacrificio, planteando la cuestión a la luz de nuestra más alta tensión intelectual y extrayendo la respuesta, la solución de nuestras necesidades, de las profundidades de nuestra Alma.El tema de nuestra meditación no será personal sino global, un tema que pertenezca a toda la humanidad, o incluso a todos los reinos del globo, y cada cuestión personal nuestra será considerada desde el punto de vista de la necesidad global, de la respuesta global.
En la historia de la humanidad, sólo ahora sentimos el hecho de que el hombre, los grupos, las naciones no son islas sino células del enorme cuerpo de la humanidad, y que es condición de la humanidad que decida el destino de cada célula. He aquí por qué en la Nueva Era, las almas de la nueva era meditarán sobre cuestiones universales, sobre problemas universales, para eliminar si es posible la miseria que nos acarreáramos.
Existe un llamado, un llamado en pos de más luz, de más amor y de más belleza.
Quienes oyen este llamado, y responden, entran en el sendero del esfuerzo, en el sendero del servicio, y en el sendero de la alegría.
La meditación es una de las ciencias máximas que pueden salvar a nuestro planeta de la destrucción total y convertirlo en una estación de la hermosura a través de la cual el hombre puede tomar contacto con la hermosura del Cosmos. Es la ciencia de la manipulación de la energía, de acuerdo con la Voluntad de la Vida cósmica.
La meditación, en la Nueva Era, será un trabajo para revelar las leyes de la sobrevivencia para toda la humanidad, para crear un mundo en el que el hombre florezca hasta su más alta potencialidad. En el pasado, la meditación se efectuaba para la salvación personal, para la satisfacción personal. En la Nueva Era, es para toda la humanidad, para todos los reinos.
La meditación nos prepara para volvernos sensibles a estas energías que entran. Nos capacita para encargarnos de ellas, y traducirlas en forma de luz, amor y voluntad para el bien. He aquí cómo nace un hombre de la Nueva Era, un hombre que está a tono con la finalidad de las energías que entran y con las supremas aspiraciones de la humanidad.»
Torkom Saraydarian: “La ciencia de la meditación”